
Misterios del mundo animal resueltos: Glándulas anales
¿Cómo saben que van al veterinario? ¿Por qué se huelen el trasero? Varios misterios del mundo animal tienen su origen en un pequeño y desconocido órgano: las glándulas anales
Una lectora me ha pedido que hable de las glándulas anales en el blog.
Enseguida me he preguntado porqué debía interesarle este tema, y se me han ocurrido varias situaciones cotidianas o preguntas que me han hecho en las que este órgano tan desconocido es el protagonista:
-¿Por qué los perros se huelen el trasero?
-¿Cómo le quito la manía de oler todas las cacas que encuentra?
-¿Por qué los gatos de los memes ponen cara de asco cuando se lamen el culo?
-¿Por qué mi perro arrastra el culo por el suelo?
-¿Por qué mi perro/gato le tiene miedo al veterinario aunque no haya ido nunca?
-El peluquero de mi perro siempre le vacía las glándulas, ¿eso qué es?
-¿Siempre hay que vaciar las glándulas anales a todos los perros en la peluquería?
-Mi perro tiene un agujero al lado del culo que huele muy mal
-Después de un susto gordo (pelea, inyección…) mi perro ha hecho una diarrea que olía a podrido.
Vale, pues todo eso. Y algo más que me dejo. No está mal… ¿Te animas a aprender más sobre las glándulas anales y resolver todos esos misterios? Sigue leyendo 🙂
¿Qué son las glándulas anales?
Las glándulas anales son unos sacos (de hecho también se llaman sacos anales), como unas bolitas a ambos lados del ano de tu perro o gato. También las tienen los hurones y muchas otras especies como las mofetas.
Están llenas de un líquido que para las personas huele como a pescado podrido, o sea fatal. Ese olor es el normal, no es que estén infectadas ni sea algo malo. Forman parte de la anatomía normal de tu querido peludín, como su naricita o su cola, sólo que no son tan monas 😉
Cada vez que un animal que tiene glándulas anales hace caca, deposita unas gotitas de ese líquido. También pueden vaciarse de golpe cuando se lleva un susto de muerte.
O sea que si te ha pasado que después de que tu perro se lleva un susto de repente huele fatal en la sala, o te encuentras una sustancia marrón apestosa, no es diarrea: es el contenido de las glándulas anales.
¿Para qué sirven los sacos anales de los perros y gatos?
Aunque quizá nunca habías oído hablar de las glándulas anales, seguro que ya sabías que las mofetas “hacen peste”, ¿verdad?
Y que no debes acercarte a una de ellas o corres el riesgo de que te bañen de un líquido terriblemente apestoso si se sienten amenazadas.

Pues la peste de las mofetas es debida precisamente a que ellas son capaces de vaciar sus glándulas anales y dirigir el chorro a la cara de su asaltante. Un chorro fétido y maloliente.
Nuestros perros y gatos no llegan a tanto (¡afortunadamente!), pero la idea es la misma: si me siento amenazado, vacío las glándulas anales, parece ser que en parte porque como tienen un olor tan fuerte puedan repeler o por lo menos “despistar” a mi atacante.
Además, como he dicho cada vez que hacen caca depositan unas gotitas, y es porque los sacos anales están cargaditos de feromonas.
Resumiendo rápidamente, las feromonas son unas sustancias que fabrican los animales y que sirven para comunicarse con otros animales de su especie.
Casi siempre pensamos en feromonas de atracción sexual, pero también hay feromonas de territorialidad, de miedo, de amistad…
Las glándulas anales de tu perro o gato están llenas de un líquido que rebosa feromonas de todo tipo, así que allí donde sea depositado ese líquido, tu animal estará dejando una “tarjeta de visita” la mar de completa.
Allí donde tú escribirías nombre, apellidos, dirección, DNI o estado civil, ellos dicen si son machos o hembras, su edad, estado reproductivo, estado de ánimo e incluso los seguros que se sienten de sí mismos. ¡Toda una “bio” de redes sociales, vaya!

¿Por qué los perros se huelen el trasero?
Como bien sabes por poco que te hayas fijado en los perros, tienden a olerse el trasero unos a otros cuando se encuentran.
Vale, pues no los taches de marranos que no es cosa de cacas ni culos: se están leyendo la “bio” para conocerse mejor.
Si tú te encuentras con alguien desconocido y quieres entablar conversación, que te presentarás con tu nombre o profesión, y le preguntarás al otro si estudia o trabaja, si tiene hijos…
Pues tu perro se está presentando al otro perro, recabando información (oliendo las glándulas anales) y ofreciendo información (dejándose oler sus sacos anales). Es un puro formalismo de perros bien educados 😉 Déjale hacerlo o el otro perro se podría ofender.
Perros que huelen cacas: ¿Por qué?
¿Adivinas por qué te voy a decir que los perros huelen todas las cacas de perro que encuentran en el paseo?
Efectivamente, por esas gotitas de líquido procedente de glándulas anales que cada perro ha dejado al defecar.
Y ahora tengo una pregunta para ti:
¿Te molestaría que alguien te quitara el móvil cuando estás leyendo el Facebook de tus amigos o repasando tu Instagram?
Pues no le tires de la correa a tu perro cuando está oliendo las cacas de los vecinos.
Está leyendo su red social favorita: actualizándose de qué perros hay en el barrio y cómo se sienten, si fulanito está enfermo o meganito hoy estaá de subidón.
Es #Instaperro al 100%.
Así que déjale oler.
Entonces haz esto:
- No le dejes oler cacas que tengan aspecto de diarrea, sin forma o con sangre.
- Vacúnalo siguiendo estrictamente la pauta que te dé tu veterinario.
- Desparasítalo contra parásitos intestinales cada 3 meses.
- Si tu perro chupa o se come una caca, cosa que pasa poco pero a veces pasa, desparasítalo otra vez, aunque aún no hayan pasado 3 meses.
*El hecho de que un perro se coma heces “normales” de otros perros se llama coprofagia y es un problema que deberías comentarle al veterinario. La mayoría de perros sólo huelen las cacas, sin tocarlas ni lamerlas y mucho menos comerlas. Ojo, hablo de cacas de perro. Las de otras especies sí que se las suelen comer. Ecs.
Memes: Gatos con cara de asco, caballos que se carcajean y perros que castañetean los dientes
Quizá ya has visto memes como este, de gatos que después de oler algo o lamerse el trasero para limpiarse ponen una “cara de asco” muy divertida y se quedan un rato como ensimismados.
Pues aunque suene increíble, ese gato no siente asco. Sólo está haciendo Flehmen, que es un movimiento característico que cada especie animal hace para aumentar las feromonas que detecta.
¿Has visto memes de caballos con caras divertidas, levantando el labio superior?
Pues tampoco se está riendo.
Vaya, lo siento, te estoy desmontando todos los memes divertidos jejejeje.
También está haciendo Flehmen. Los caballos hacen Flehmen levantando el labio superior, los gatos arrugando el labio superior y los perros, lamiéndose el labio superior. A veces, perros y gatos también “castañetean los dientes”, o dan besitos al aire.

Todos estos movimientos los hacen porque creen que han detectado algo con muchas feromonas (el pipi de una hembra en celo, o las glándulas anales suyas o del compañero…) y están diciendo ¡Un momento! ¡Esta bio me interesa! A ver, voy a entrar en su perfil y a chafardear su muro a ver qué hay…
Es decir, están captado todas las feromonas posibles para analizarlas a fondo y sacar sus conclusiones.
Y para hacer eso, igual que ponen tiesas las orejas para oír mejor un ruido, pues hacen Flehmen para detectar mejor las feromonas.
Anatómicamente lo que están haciendo es abrir la entrada de su órgano detector de feromonas, llamado órgano vomeronasal u órgano de Jacobson. Por si lo quieres buscar en Wikipedia 😉
Hala, ahora ya te puedes quedar con tus amigos explicando la base científica de ese meme tan divertido 😉 Claro que quizá te llaman agüafiestas… 😉
Mi perro (o gato) arrastra el culo por el suelo
A veces las glándulas anales están muy llenas, y pican. O a veces se infectan, y también pican o duelen. Entonces el perro, o más raramente el gato (les pasan menos estas cosas, pero también les pueden pasar), se intenta lamer esa zona, o rascarse como buenamente puede sentándose y caminando a la vez mientras el roce con el suelo le alivia ese picor.
No es el único motivo de que arrastren el culo por el suelo: ¡también les puede picar por otra cosa! Por ejemplo, que les haya picado un bicho, o que tengan algún granito o irritación, o que tengan gusanos intestinales.
En cualquier caso, si tu perro arrastra el culo por el suelo yo de ti le diría que se levante y le miraría el trasero a ver si detectas algo raro. Si no ves nada puedes darle un antiparasitario interno por si acaso, pero si el animal insiste, yo de ti lo llevaría igualmente al veterinario para que le eche un vistazo y vacíe, si es necesario, las glándulas anales.
No te aconsejo que le dejes ir arrastrando el culo a diestro y siniestro porque, aunque se está rascando donde le pica y eso le alivia, todos sabemos que los perros son un poco brutos y las glándulas anales son delicadas: si las tiene hinchadas y se las frota mucho, se podrían llegar a romper.
Vaciar las glándulas anales
Si llevas a tu mascota al peluquero es probable que te hayan dicho que le han vaciado las glándulas anales. O que no te lo hayan dicho, pero lo hayan hecho igualmente.
Durante muchos años se ha formado a los peluqueros caninos (y felinos) diciéndoles que en cada “servicio” (o sea, cada vez que bañan a un animal), además de bañar, peinar y quizá cortar el pelo, tenían que revisar las uñas, limpiar los oídos y vaciar las glándulas anales.

Y durante años lo he visto hacer cada vez que un animal entraba en la pelu, tuviera como tuviera las glándulas: por protocolo se vaciaban.
Es normal, les han enseñado así, y hasta no hace mucho yo tampoco sabía que no es recomendable vaciarle frecuentemente las glándulas anales a un perro si no tiene problemas con esa parte en concreto de su cuerpo.
En cambio, los animales que tienen problemas para vaciar las glándulas anales por sí solos sí deben ir a que un profesional se las vacíe periódicamente.
*Por cierto, no hace falta que sea el veterinario: un peluquero o un auxiliar de veterinaria debería estar perfectamente capacitado para vaciar unas glándulas anales “sanas”. Si están infectadas ya es otro cantar: ahí sí, veterinario.
A ver, un poco más de anatomía para entenderlo:
Las glándulas anales son 2 sacos, ubicados a izquierda y derecha del ano, que van acumulando un líquido para vaciarlo después a través de un conducto muy estrechito que termina en el ano.
Si por lo que sea no se vacían correctamente, los sacos anales se van llenando, llenando y llenando y al final pican, se pueden infectar e incluso llegar a hacer un agujero en la piel para conseguir vaciar su contenido por un recorrido alternativo (es lo que se llama fistulizar).
Aquí ya necesitaremos ayuda veterinaria: habrá que limpiar bien, utilizar pomadas antibióticas especiales, hacer curas varios días seguidos (a veces hace falta sedarlos, si les duele mucho) e incluso puede que sea necesario una pequeña operación para reconstruir el saco anal o extirparlo, si está muy dañado.
Así que lo dicho, si arrastra mucho el trasero, ¡no le dejes y llévalo al vete!
- Porque ya haya nacido con el conducto muy muy estrechito
- Porque el líquido que fabrican sea muy muy denso y obture el conducto (esto suele pasar cuando están infectadas o a punto de infectarse, pero hay animales que fabrican un líquido muy denso de por sí)
- Porque el conducto esté inflamado, y al inflamarse se cierra (se ha frotado mucho el trasero contra el suelo, o ha tenido una herida cerca del ano, o se ha inflamado la glándula anal por algún otro motivo)
- Porque lleva unos días sin hacer cacas firmes (está haciendo diarrea o caca blanda, o no está haciendo caca en absoluto). Las glándulas anales sólo se vacían encima de cacas firmes y gruesas. Si la caca es blanda, delgadita o si tu animal lleva días sin hacer caca, es normal que se acumule el líquido y al final le piquen.
*Si a tu perro se le suelen llenar las glándulas anales, tal vez te interesen estas chuches: están pensadas específicamente para perros con problemas de glándulas anales, y lo que hacen es aumentar el volumen y firmeza de las cacas para ayudar a las glándulas anales a vaciarse solas. Le puede ayudar mucho si siempre te dicen que las tiene llenas pero no es por infección.
¿Cómo se vacían las glándulas anales? Pues hay que “estrujarlas” para obligarlas a que saquen el líquido por el conducto, así que es algo delicado que hay que hacer sólo si sabes detectar cuánta presión es la adecuada y cuánta es demasiada y le puedes hacer daño (y saber exactamente localizar las glándulas, claro, lo que a veces implica tenerle que meter un dedo por el culete). Total, que no te aconsejo que lo aprendas por tu cuenta.
Pero te lo explico para que entiendas que, como hay que “estrujarlas”, más vale no hacerlo a no ser que sea necesario.
Si a tu perro o gato le molestan las glándulas anales (arrastra el culo por el suelo, se lame mucho la zona, o el veterinario te dice que las tiene hinchadas o infectadas), habrá que vaciárselas. Si están muy llenas quizá también es buena idea vaciarlas, para prevenir que den problemas.
Pero si las glándulas anales funcionan perfectamente y no dan problemas, estarlas vaciando periódicamente porque sí puede llegar a inflamar los conductos. Y entonces puede que acabemos con un animal que sí o sí tendremos que vaciarle las glándulas cada poco porque ya no las puede vaciar por sí solo… ¡pero por nuestra culpa!
Insisto, no os enfadéis con vuestro peluquero si sólo se ha limitado a hacer lo que siempre le habían enseñado… decidle que se lea este artículo 😉 Y pedidle que no le vacíe las glándulas a menos que sea estrictamente necesario.
¿Por qué mi perro/gato le tiene miedo al veterinario aunque no haya ido nunca?
¿Has oído alguna vez lo de “mi perro huele a los veterinarios, no quiere entrar en ninguna clínica aunque sea la primera vez que la pisa”?
Y con los gatos también pasa mucho… Vale que la mayoría ya vienen estresados porque no les gusta salir de casa y menos aún meterse en el transportín (por cierto aquí te dejo algunos trucos para lograr que tu gato se lleve mejor con su transportín), pero a veces el gato viene todo el camino tan pancho y al llegar al veterinario, se empieza a poner nervioso, se asusta o bufa.
Si el animal ya había ido antes a ese sitio y recuerda que pasaron cosas desagradables, es normal que le tenga miedo, pero ¿y si nunca había estado en esa clínica? ¿Cómo lo sabe?
Feromonas.
¿Recuerdas que te he dicho que existen muchos tipos de feromonas, entre ellas de miedo?
¿Y que cuando tienen un susto de muerte, vacían las glándulas anales?
Pues de vez en cuando un perro o un gato que se asusta por una inyección, o por quedarse solo sin su dueño, o porque le da miedo el secador de la peluquería, o por lo que sea que le suceda en la clínica (los veterinarios adoramos a los animales, pero desgraciadamente curarlos a veces implica hacérselo pasar un poco mal) vacía sus glándulas anales.

Para el olfato de los siguientes perros o gatos que entren allí, sería como si ese animal hubiera puesto montones de carteles rojos en letras mayúsculas diciendo:
¡¡PELIGRO!! ¡¡PELIGRO!! ¡¡AQUÍ PASAN COSAS MUY MALAS!!
Tu mascota lo detecta, y se asusta. Así de simple.
Esas feromonas pueden permanecer horas e incluso días en el ambiente, y como nosotros no las detectamos (sí que olemos el olor a pescado podrido de las glándulas anales, pero las feromonas en sí son inodoras para el olfato humano, y tu mascota las detecta aunque queden muy poquitas), pues aunque limpiemos no sabemos si ha quedado algo de olor o no.
Esas feromonas están hechas para perdurar, para que a nadie se le ocurra aparecer por esa zona. Así que no se quitan así como así.
Así que ya lo sabes, si tu animal va al peluquero, dile que no vacíe las glándulas si las tiene bien; si le ves arrastrando el culo por el suelo llévalo al veterinario y si huele los traseros y las cacas de otros perros… ¡déjale oler!
¡Comparte este post con todo el mundo al que le gusten los memes de gatos! 😉