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La ola de calor y nuestras mascotas: trucos para prevenir, detectar y actuar ante un golpe de calor

El calor parece que no se va, y aunque nosotros nos quitamos ropa, nos abanicamos y nos refrescamos con un helado o una cervecita, nuestros perros y gatos no pueden hacer nada de todo eso.

Así que te toca a ti currártelo para que tu compañero esté fresquito con estos calores y no le de un soponcio, o lo que es lo mismo… un golpe de calor.

El golpe de calor es muy, muy peligroso. No os voy a aburrir con rollos médicos y anatómicos de circulación sanguínea, fallo orgánico, pérdida de calor por evaporación, convección… porque eso no es lo útil cuando tu animal se muere de calor.

Lo útil es saber que lo que hay que hacer es refrescarlo (sí, lo sé, hasta esa conclusión ya habías llegado tú solit@), pero refrescarlo sin tirarlo de golpe a la piscina, sino poco a poco y a base de toallas con agua fresca, aire acondicionado y ventiladores.

En mi opinión, siempre es mejor prevenir que curar. Con el golpe de calor no es diferente. Prevenirlo durante todo el verano, y extremar precauciones los días de ola de calor, nos evitará pasar por el disgusto de tenerlo que llevar de urgencias al veterinario con el riesgo de que pueda quedar con secuelas o acabar muriendo.

Cómo prevenir el golpe de calor en mascotas en casa

Facilitar que se puedan refrescar, disminuir el calor ambiental y tener dispositivos que te permitan vigilarle pueden ser maneras de prevenir los golpes de calor dentro de casa.

Acceso constante a agua fresca: varios recipientes de agua por la casa, para contrarrestar la que se va evaporando y para evitar que tus gatos o perros se queden sin agua si por accidente tumban el bebedero. Para que sea fresca el agua, hay bebederos como este o este que la mantienen fresca, y también puedes ponerle unos cubitos de hielo. Durarán sólo un rato, pero lo agradecerán. Aunque lo más importante no es que el agua esté fresca, sino que tengan acceso a ella siempre que quieran, aunque esté tibia.

Para que un gato se mantenga hidratado, es buena idea ofrecerle agua en movimiento.

Fresquito ambiental: Las ventanas abiertas a primera y última hora refrescan la casa con el fresquito nocturno, pero durante las horas de calor es mejor tenerlas cerradas ya que entra calor de fuera. Si no estarás en casa durante el día, evita que la casa se “recaliente” con tu mascota dentro: baja persianas y toldos, cierra cortinas, no dejes que tu animal salga al balcón y, si sabes que aún así va a hacer calor dentro de casa, déjale el aire acondicionado puesto, aunque sea flojito, o un ventilador que vaya moviendo el aire, siempre que sea seguro y por curiosidad o descuido no pueda meter la cola o una patita y pillársela con las aspas.

Camas o alfombras refrescantes: Si tu perro o gato adora una cama en concreto, pero da un calor que te mueres, quítasela. Cámbiala por una más fresca. Ofrécele alternativas más frescas (de telas más ligeras, sin borreguito ni relleno, o incluso de las que directamente bajan la temperatura, como estas que tienen un gel especial dentro que al ponerse encima te refrescan). Muchas veces tu animal es consciente de que estirándose en el suelo se está más fresquito, pero a veces parece como que se resisten a abandonar su lugar de descanso acolchadito y caliente. Así que quítaselo. Las camas iglú y escondites varios que están cerrados, con techo y sin ventilación, tampoco son buena idea con estos calores.

Durante la ola de calor, no dejes a tu mascota salir al balcón.
A veces el lugar preferido del gato para descansar no es precisamente fresquito...

Vigílalo. Ve echándole un vistazo: cuando tú bebas, ofrécele beber. Si lo ves jadear o respirar con la boca abierta, proponle cambiar de sitio a uno más fresquito y rocíale con un spray con agua. Si no estás en casa, utiliza cámaras de vigilancia o apps con un móvil viejo enfocando a su lugar de descanso para ver que todo está bien cuando tú no estás. Por ejemplo, la app gratuita Alfred te puede servir.

Llaves de casa: Que alguien tenga una copia, algún vecino que le pueda echar un vistazo si te retrasas en el trabajo u observas algo sospechoso por la cámara.

Evitar un golpe de calor en la calle

Los días de más calor, los animales que suelen entrar y salir de casa a voluntad (gatos que se van a dar un paseo por el barrio, perros que tienen acceso al jardín…) no deberían poder salir en las horas más calurosas. Simplemente, ciérrales la puerta o acceso que usan para salir. Aunque tengan sombra afuera, todos sabemos que en la sombra también puede hacer muchísimo calor, y además si hay algo que les llama mucho la atención, se están divirtiendo persiguiendo un pajarito o jugando con otros animales… puede que no sean conscientes del calor que tienen hasta que sea demasiado tarde incluso para llegar a la sombra.

(Estamos hablando de días que realmente hace muchísimo calor. Para un verano normalito, con que eviten las horas del mediodía sería suficiente.)

Si sales con tu mascota a dar un paseo o de excursión, no te olvides su “bebedero portátil”, sea botella de agua y recipiente cutre o un sistema comercial más chulo y práctico como este. Piensa en si donde vais a ir hay fuentes públicas u otras fuentes de agua (no cuentes con los riachuelos que quizá te los encuentras secos).

Insisto, auque sólo vayáis “de paseo”, si va a ser en horas de calor, llévate agua para él. No es sólo para cuando te vas de excursión todo el día. Tal vez tu perro se encuentra con su amiguete del barrio, se ponen a correr y en unos minutos lo tienes acaloradísimo.

Creo que ya te debes haber fijado, pero por si acaso te comento que ni los perros ni los gatos sudan. Así que no esperes verlo mojado para saber si tiene mucho calor. Fíjate más bien en si respira con la boca abierta o si saca la lengua y la deja colgando (jadea) para saber si está pasando calor.

Si lo llevas con bozal, que sea uno que le permita abrir la boca. Los de nylon que mantienen la boca cerrada son fatales para los golpes de calor. Mucho mejor un bozal de cesta y, si quieres que realmente esté cómodo, por ejemplo si es un perro que lleva el bozal puesto muy frecuentemente, para mí el mejor bozal es un Baskerville como éste. Resistente, amplio y cómodo para el animal.

Los bozales que cierran la boca no permiten al perro jadear, por lo que predisponen al golpe de calor
Los bozales de rejilla que dejan espacio para abrir la boca y jadear son los más seguros con el calor

NUNCA lo dejes en el coche en un día de calor. Ni al sol ni a la sombra ni “10 minutos” ni “enseguida vuelvo” ni “te dejo las ventanas abiertas” ni cuentos chinos. Que luego nos entretenemos por lo que sea, o nos pasa algo, y el pobre se nos achicharra en el coche. Piensa que le puede dar un golpe de calor en el coche incluso si tú estás dentro con él y a ti te parece que hace calor, pero no te sientes mareado ni nada. Ellos son más sensibles que nosotros al calor, y tu perro o gato puede estar teniendo un golpe de calor delante tuyo y tú no enterarte.

No le dejes hacer ejercicio en las horas de calor. Sácalo a pasear a primera o última hora del día, y a mediodía os quedáis en casita a la sombra.

¿Qué síntomas tiene un golpe de calor?

Pues, para mi gusto, pocos.

¿Cómo sé si mi perro o gato está sufriendo un golpe de calor? Pues mira, para mí, si hace mucho calor y tu perro o gato jadea y está caliente al tacto, ya es suficiente para que lo sospeches. Si tienes un termómetro a mano y se lo pones por el culete y marca (vamos a simplificarlo con números redondos)…

  • Menos de 38: vuélvelo a poner que seguramente algo has hecho mal. Si no estás seguro de cómo hacerlo, llévale al veterinario o a alguien que sepa hacerlo.
  • Entre 38 y 39: está bien. Esa es la temperatura normal de perros y gatos.
  • Entre 39 y 40: Refréscalo (lee más abajo) y vuélvesela a mirar en un ratito. Ante la duda, o si no baja, al veterinario.
  • 40 grados o más: espabila. Ve refrescándolo mientras vas de camino al veterinario. Vale, que sí, que si está a 42ºC más vale que pongas la sirena y corras, y si está a 40 quizá no es tan urgente, pero yo no esperaría a ver qué tal.
Aunque la temperatura realmente peligrosa es a partir de 41ºC, pasar de 40 es señal de que a tu animal le está costando controlar su temperatura por sí solo y puede necesitar ayuda profesional
Si tu perro o gato jadea mucho y tiene la lengua amoratada, azulada o las encías de color rojo intenso... Llévalo al veterinario

Si no lo tienes claro, si no ves bien a tu animal, lo ves raro, demasiado tranquilo, demasiado caliente, que respira raro, que tiene las encías muy rojas (más de lo normal) que está débil, vomita o se tambalea… ¡lo que sea, aunque sólo sea 1 de esos síntomas! Llévalo al veterinario. No dudes. No esperes a ver si se le pasa. A una persona que te dijera que está mareada o ve borroso la llevarías a urgencias, pero tu mascota no te lo puede decir. Si estaba empezando un golpe de calor y no recibe asistencia, de repente pasará a estar en coma, o convulsionar, o morirse “sin aviso previo”. Así que nada de esperar a ver si se le pasa.

¿Cómo lo refresco si sospecho que está sufriendo un golpe de calor?

Si llevaba bozal de los que no dejan abrir la boca, quítaselo. Jadear y respirar con la boca abierta es la principal manera de perder calor de un perro, sin ella lo tienen chungo para refrescarse.

Si está perfectamente consciente, dale de beber agua fresca. He dicho fresca, no fría. O sea, como salga del grifo, tampoco hace falta calentarla, pero no con hielo ni de una botella de agua que ha estado en la nevera.

Si está atontado, se tambalea o no acabas de verlo del todo consciente y despierto, no le des agua. Se podría atragantar.

Mójalo con agua fresca, no fría. Opciones: spray de agua en la cara y las patas, con manguera por todo el cuerpo, mojar una toalla y ponérsela por encima y a cada rato ir mojando la toalla… Mejor no sumergirlo en agua, si es la única opción que tienes no sumerjas su cuerpo entero.

Si tienes a mano alcohol del de desinfectar heridas, mójale las almohadillas con un chorro generoso. Cuando se sequen, repites.

Pon el aire acondicionado, y si no puede ser, haz que se mueva el aire alrededor de tu perro: ponle delante un ventilador que le refresque la cara, abre las ventanas, o abanícalo, o todo a la vez.

Facilita que se pueda tumbar en una superficie fresca: una camita refrescante, un suelo de baldosa que no haya estado expuesto al sol o una mesa de aluminio o metal que al tacto esté fresca.

Hay animales que tienen más posibilidades de tener golpe de calor que otros

Los perros y gatos abuelitos o cachorros tienen más posibilidades de, si pasan calor, acabar con un golpe de calor peligroso para su vida.

Los animales gorditos, y los de razas chatas, como los Bulldog inglés y francés, los gatos persas, los gatos exóticos, los Carlinos… también tienen más predisposición a coger un golpe de calor, a veces sólo con que corran un poco, suban escaleras o se pongan muy nerviosos ya es suficiente para que les suba la temperatura de forma alarmante.

Los gatos persas y los exóticos son razas de gatos con más facilidad para sufrir un golpe de calor
Debemos extremar precauciones con las razas chatas (también llamadas braquicéfalas) para prevenir un golpe de calor

Los animales con enfermedades de corazón o enfermedades pulmonares, que tienen problemas respiratorios o que “roncan” cuando respiran (y que muchas veces son chatos también) también tienen mayor riesgo. ¡Extrema precauciones!

En la ola de calor, protégelos a ellos también. Son muy vulnerables y ¡no pueden pedirse un refresco!

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