
Mis gatos se pelean
Protocolo de etología para cuando dos gatos no se llevan bien. Soluciónalo en pocas semanas sin gastar dinero en soluciones “mágicas” y sin castigarlos ni arriesgarte a un mordisco.
Este es un tema recurrente en los foros de internet, grupos de Facebook y en general entre comunidades de gente amante de los gatos:
¿Por qué mis gatos se pelean, se persiguen, se bufan?
¿Cómo hacer que mis gatos se lleven bien?
He adoptado un gatito nuevo pero mi otro gato le bufa, le muerde o le ataca… ¿qué hago para que lo acepte?
Antes mis gatos se llevaban bien, pero desde que los separé, ahora no se pueden ni ver… ¡Socorro!
Si tienes este problema y has pedido opiniones, te habrán bombardeado con soluciones variopintas, desde reñir al gato y encerrarlo cuando se porta mal, hasta utilizar todo tipo de sprays, difusores, y hasta pastillas para conseguir que tus gatos sean amigos.
Hoy quiero hacer mi aportación a este problema tan común compartiendo contigo mi Protocolo etológico para lograr que dos gatos se lleven bien. Sólo necesitas ganas de solucionar el problema y un poco de paciencia. Ah, y tal vez invitar a un amigo a un café o una cerveza. Ya me entenderás cuando vayas leyendo 😉
¿Por qué se pelean los gatos?
Los gatos son animales cuya naturaleza es ser territoriales y solitarios. Proceden de una especie que sólo vive en compañía cuando son cachorros siguiendo a la madre, y en cuanto pueden espabilarse por su cuenta, la madre les echa.
Llevan ya muchos miles de años con nosotros, y la evolución ha hecho su trabajo: hoy en día los gatos son mucho más cariñosos y aceptan mejor la compañía humana, los mimos y caricias, y pueden tolerar la presencia de otros gatos en su territorio. Especialmente si se conocen desde que eran cachorrillos.

El mejor momento para juntar a dos gatos es cuando son jovencitos
Pero la genética tira mucho.
Y muchas veces un gato adulto NO está dispuesto (genéticamente hablando) a compartir su territorio con ningún gato más. Sus genes “no le dejan”.
Por suerte, no todo en la vida son los genes, y podemos utilizar algunas herramientas para conseguir que dos gatos que no se conocían convivan juntos y se lleven bien.
También es útil para gatos que antes se llevaban bien pero ahora se gruñen, se pelean o se bufan. Esto suele pasar después de haberlos separado unas horas o días, y luego volverlos a juntar. Es algo que preocupa mucho a los dueños, porque no lo entienden, antes se llevaban bien y ahora parece que no se reconocen. De nuevo la genética, el instinto, es más fuerte que el tiempo que los gatos hayan convivido en paz.
Y se pelean. Se muerden. Se persiguen (a malas, no jugando). Y se pueden llegar a hacer daño.
O puede que simplemente uno persiga al otro y no le deje en paz: no le deje acceder a la comida, o a la cama, o al arenero… No le permita saler de su escondite, y el gato que “huye”, y que en la naturaleza simplemente se buscaría otro lugar para vivir, en los límites de un piso o casa en el que no puede escapar, vive constantemente escondido, con el miedo a que el otro gato le ataque. Hasta que se harta, y un día se pelean, se muerden y se hacen daño.
Cuidado, que dos gatos peleando pueden hacerse muuucho daño.

A quién puede ayudar este artículo
- Si tus gatos no se llevan bien, no importa desde cuándo, este protocolo te puede servir.
- No hace falta que tus gatos se peleen, si no son amigos (si no duermen juntos, comen juntos, se dan besitos…) también te puede ayudar a que se lleven mejor.
- Si ya tienes un gato adulto, y te planteas adquirir otro (sea adulto o bebé), deberías seguir este protocolo y no arriesgarte a que empiecen con mal pie.
- Si planeas separar a tus gatos una temporada, aunque sólo sea unas horas para llevar a uno de los dos a una operación, por ejemplo, al volver a casa lo mejor es que sigas este protocolo. En especial si ves mala actitud por parte de alguno de los dos. No te arriesgues.
Si planeas adoptar un gatito nuevo, sigue estos pasos para lograr una buena relación desde el principio

¡Ojo! Si acabas de adoptar un gatito nuevo y te han dicho que lo tengas “en cuarentena”, separado del otro gato, por si tiene alguna enfermedad, el protocolo lo empezarás DESPUÉS de haberse acabado la cuarentena.
Protocolo para conseguir que dos gatos se lleven bien:
El protocolo busca que cada animal, primero, se acostumbre progresivamente a la presencia del otro, sin enfrentarse y sin pasar miedo ni estrés. Y después, que asocie la presencia del otro gato a experiencias agradables, para fomentar “que le caiga bien” 😉
Al final, el objetivo no es sólo que cesen las peleas. Es conseguir que los dos gatos se lleven BIEN, jueguen juntos y su vida sea mejor porque tienen compañía.
El protocolo consta de 3 fases. Tienen que ir en este orden, y no se puede avanzar a la siguiente fase hasta que la anterior está completamente solucionada.
Cada fase puede durar entre pocos días y varias semanas. Cada caso es cada caso, y éste es un artículo que pretende ayudar a todo el mundo, por lo que cada persona tendrá que observar a sus gatos y ver cuándo es el momento adecuado para pasar de fase. No te fijes en cuánto tiempo le ocupó a tal o cual persona o gato. Cada gato es un mundo.
Siempre, ante la duda, alarga un poco más la fase en la que estás. Más vale ser paciente y avanzar poco a poco que querer correr y que haya una pelea. Recuerda, no estamos sólo intentando que no se peleen, estamos intentando que se hagan amigos y se lleven bien el resto de su vida.

¡Ojo! Antes de empezar, busca a un especialista si…
Dependiendo de cómo estuvieran las cosas antes de empezar el protocolo, es posible que uno de los gatos (o los dos!) estén sufriendo mucho estrés. Si alguno de tus gatos ha disminuido mucho la cantidad de comida que ingiere, se hace los pipis o las cacas fuera, se lame constantemente hasta dejarse “calva” una parte del cuerpo o está constantemente escondido y asustado, tal vez necesite algo más que sólo el protocolo. Deberías consultar con un veterinario etólogo que pueda ayudar a tu gato a relajarse, retomar la normalidad y empezar a aceptar al otro gato. Este protocolo no funcionará si tu gato está tan estresado por la presencia del otro gato que su cerebro sólo piensa en huir o atacar y por lo tanto no está dispuesto a aprender.
Para hacer una comparación…
¿Recuerdas cuando ibas a colegio y tocaba una clase especialmente difícil, que requería tu concentración?
Si tenías un buen día, tal vez la pillabas a la primera, o a la segunda, o necesitabas un poco de ayuda… depende de qué tal estudiante fueses.
Pero si ese día habías tenido bronca con los compañeros, estabas nervioso porque tu madre estaba enferma, o acababas de suspender un examen importante, seguramente no te enterabas de nada… Y ya te lo podían explicar una y otra vez, que nada. No te “entraba”.
El estrés interfiere en el aprendizaje. A un animal nervioso, asustado o muy “revolucionado”, le cuesta mucho más aprender. Así que lo primero que vamos a hacer es asegurarnos de que cada uno de los gatos se relaja y vuelve a un estado de calma y tranquilidad. Si ese estado de calma no aparece por sí solo a los pocos días de tener un territorio sólo para él (fase 1), será mejor que lo lleves “al psicólogo”, porque es señal de que es demasiado estrés para él y le puede afectar a su salud.

Fase 1: Que se acostumbren al OLOR del otro gato.
-En esta primera fase los gatos sólo se HUELEN, pero NO SE VEN y por supuesto NO SE PUEDEN TOCAR el uno al otro. Si maúllan, también se oirán, claro. No pasa nada.
–Dividiremos el domicilio en 2 territorios, uno para cada gato. No importa si un territorio es mucho más grande que el otro. Procura que entre los 2 territorios haya una separación (puerta, ventana…) que tenga la opción de ser opaca o ser transparente (por ejemplo, una ventana que se pueda tapar con persiana o cortinas gruesas, o una puerta con cristal a la que podamos poner una tela en el cristal para que no se vean). Te facilitará mucho las fases posteriores. En esta primera fase, la separación deberá ser opaca, no transparente.
-En cada territorio pondremos todas las cosas que el gato necesita: arenero, boles de agua y comida, camita, juguetes…
–Cada día, y al menos 2 veces al día, cambiaremos a los gatos de territorio sin que se vean durante el cambio. Si el gato 1 tenía el territorio 1 y el gato 2 estaba en el territorio 2, cuando los cambiamos de territorio por la mañana pasarán a estar el gato 1 en el territorio 2, y el gato 2 en el territorio 1. Y por la noche, o a mediodía, o cuando te vaya bien, volvemos a cambiarlos de sitio.
–Avanzaremos a la fase 2 cuando veamos que, al cambiarlos de territorio, ambos gatos se muestran tranquilos, olfatean un poco y enseguida se relajan en su cama, juegan o se tumban, sin hacer caso de los olores del otro gato ni de la puerta que los separa del otro animal.

Fase 2: Acostumbrándose a la visión del otro gato
-En esta fase, SEGUIREMOS HACIENDO los cambios de territorio de la fase 1, y además…
-Pediremos ayuda a otra persona. Necesitas 2 personas para hacer bien esta fase. Si vives sol@, pide ayuda a un amigo que le gusten los gatos. No le darás mucha faena, y es mucho mejor con 2 personas.
–Varias veces al día, y sólo durante unos minutos, haremos transparente la separación entre los 2 territorios (subiremos la persiana o la cortina, retiraremos la tela o madera que cubría la puerta…) de manera que los gatos puedan verse pero no se puedan tocar.
-Mientras los gatos pueden verse, habrá una persona con cada gato, dándole comida apetitosa, golosinas, o jugando con él. Es mejor empezar lejos de la puerta transparente y poco a poco a lo largo de los días irse acercando.
-Si en algún momento uno de los gatos se lanza contra el otro, volvemos a cerrar la persiana y volvemos a la fase 1. Hemos corrido demasiado.
–Avanzaremos a la fase 3 cuando los gatos puedan estar comiendo o jugando pegaditos a la ventana que los separa, viendo al otro gato y relajados.


Fase 3: Acostumbrándose al contacto del otro gato.
¡Qué nervios! Estamos ya en la última fase. Ojo, esta fase no es “y ahora abro la puerta y los junto y ya está”. También tiene que ser progresivo:
-Seguiremos haciendo cambios de territorio diarios, aunque con 1 al día puede ser suficiente.
-Seguiremos necesitando la ayuda de otra persona. De hecho, las primeras veces, lo ideal son 3 personas: 1 para cada gato, y otra para abrir y cerrar la puerta o ventana sin dejar sin vigilancia al gato.
–Haremos el mismo procedimiento que en la fase 2, pero con la puerta abierta. Es muy importante empezar desde un punto muy alejado de la puerta, y que cada persona esté captando la atención del gato con golosinas o juego, para que sigan asociando al otro gato a momentos agradables.
-Progresivamente nos acercaremos a la puerta, sin dejar de premiar al gato.
-Las sesiones serán al inicio muy cortas, y poco a poco se irán alargando y la intensidad del “premio” será menor, hasta que los gatos estén conviviendo casi sin darse cuenta.
-Si en algún momento durante la fase 3 un gato se dirige rápidamente hacia el otro o muestra señales de agresividad, cerraremos la puerta, la volveremos opaca y daremos un paso atrás, volviendo al principio de la fase 2. Aún no estaban preparados.

¿Cuánto tardarán mis gatos en llevarse bien?
Todo el protocolo suele tardar entre 1 semana y un par de meses, en función de la edad de los gatos y la relación previa que tuvieran.
Siempre es más fácil si uno de los gatos es un cachorro, si ambos gatos habían estado en contacto con gatos anteriormente y si hacemos el protocolo desde el primer día que los gatos se conocen, y no cuando ya llevan tiempo conviviendo sin congeniar.
Ppero puede funcionar en todos los casos, por graves que parezcan.
¿Cuándo debería pedir ayuda a un especialista?
En algunas ocasiones, sobre todo si uno de los gatos muestra signos evidentes de estrés o si, a pesar de haber empezado el protocolo correctamente, parece que no mejoran, puede ser necesario visitar a un especialista (veterinario, etólogo o educador felino).
Como he dicho antes, si uno de los gatos está constantemente asustado, escondido, no come o se arranca el pelo, es motivo más que suficiente para no esperar y llevarlo a una revisión veterinaria y a un especialista de comportamiento.
El organismo de los gatos lleva muy mal lo de no comer; son animales que por su naturaleza están cazando todo el día, y si coen poco, se deterioran muy rápido, en especial los gatos gorditos. Mientras pides hora al veterinario, pueden ayudarte estos trucos para que tu gato vuelva a comer.
¿Sirven de algo las feromonas, tranquilizantes, piensos especiales, homeopatía, flores de Bach…?
En el mercado hay varios productos que nos pueden ayudar, y seguro que si te has encontrado con esta situación habrás desarrollado tus propios trucos.
La utilidad de uno u otro producto depende de las particularidades de cada caso, por lo que no me siento cómoda recomendando algo “a todo el mundo” cuando sé que muchas veces será tirar el dinero, porque ése no es el producto adecuado para ese caso.
Sin embargo, estudiando cada caso en particular, algunos productos pueden ayudar muchísimo, y hacer que cada fase sea mucho más corta.
Por eso, porque para “recetar” algo hay que estudiar cada caso, he preferido explicarte este protocolo para conseguir que dos gatos se lleven bien, que es universal y sirve en todos los casos.
Otra cosa es que quizá no será suficiente, y necesitarás más ayuda, pero eso ya lo verás porque no avanzas de fase o porque ves que tus gatos no se relajan a pesar de hacerlo todo bien.
¿Te ha gustado? ¡Compártelo con quien le pueda ser útil!
Si quieres saber más sobre el comportamiento de los gatos tienes disponible mi Curso Gratuito de Comunicación Canina y Felina, para que aprendas a entender a tu mascota y comunicarte con ella. Te puede ser útil para detectar cuándo tus gatos ya se sienten cómodos el uno con el otro o aún les falta ganar confianza.
Además, si quieres saber más sobre cómo hacer la vida de tu gato más sana, más feliz y más “gatuna”, ¡suscríbete a mi blog! Cada semana comparto material para suscriptores, vídeos, reflexiones o trucos para mejorar tu vida con mascota.
Y si te atascas con el protocolo y crees que necesitas mi ayuda para avanzar de fase y lograr que tus gatos se lleven fenomenal, puedes contactarme por Facebook y juntos buscaremos una solución 🙂